¿Qué es el clima? Pues en primer lugar debemos entender que la
atmósfera y los fenómenos que tienen lugar en ella juegan un papel de gran
relevancia en relación a la vida en el planeta. Por ello el hombre se ha
preocupado desde la antigüedad por su estudio. Existen dos formas distintas y
complementarias de enfrentarse al conocimiento de la atmósfera: la meteorología
y la climatología.
La
meteorología estudia los meteoros o elementos atmosféricos, sus características
y su funcionamiento, es decir las condiciones de la atmósfera en un momento
concreto, mientras que la climatología estudia las condiciones medias de la
atmósfera y las características medias de los meteoros. De estas definiciones
se deducen también los conceptos de tiempo como estado de la atmósfera en un
momento dado, y clima como el estado medio de la atmósfera a lo largo de un
período de tiempo suficientemente largo. Por término medio se considera que
este período es de unos 30 años. El problema de la definición de clima es qué entendemos por estado normal. Tradicionalmente se consideraron los valores
medios de las principales variables que definen el estado de la atmósfera
(presión, temperatura, humedad atmosférica, precipitación, etc.).
Sin
embargo, ademas de conocer los valores medios, resulta de gran transcendencia
el conocimiento de su variabilidad, de la oscilación que estas magnitudes
pueden tener respecto a sus valores medios. Dentro
del estudio de estas oscilaciones respecto a los valores medios, resulta de
particular importancia el conocer la probabilidad de que aparezcan períodos
caracterizados por una sucesión de valores elevados o reducidos de
precipitación, es decir períodos lluviosos y períodos de sequía.
En
tercer lugar habría que tener en cuenta la aparición de fenómenos meteorológicos
extremos (aunque no excepcionales ni imprevisibles) que no deben olvidarse a la
hora de caracterizar el clima a pesar de su muy escasa frecuencia. Uno de los
más habituales en la Península Ibérica son las precipitaciones de gran volumen e
intensidad con consecuencias a menudo catastróficas.
Un mapa climático es un mapa temático que representa los distintos tipos de climas. Aquí tienes un ejemplo de los climas de Cataluña.
Su
frecuencia es tan reducida que a menudo puede no haberse registrado ninguno
durante el período de existencia de un observatorio meteorológico aunque sus
consecuencias sobre los sistemas naturales puedan apreciarse durante décadas e
incluso siglos.
Puedes acceder al atlas climático de la Agencia Española de Meteorología aquí, y consultar muchos tipos y en distintos momentos históricos.
Un mapa climático es un mapa temático que representa los distintos tipos de climas. Aquí tienes un ejemplo de los climas de Cataluña.
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Puedes acceder al atlas climático de la Agencia Española de Meteorología aquí, y consultar muchos tipos y en distintos momentos históricos.
Por
otra parte el clima puede verse condicionado, en lugares concretos, por otros
factores, dando lugar a lo que se denomina condiciones microclimáticas que en
muchos casos dan lugar a microambientes específicos que no pueden ser
estudiados teniendo en cuenta solamente las características climáticas de algún
observatorio cercano.
Los climas se estudian con los climogramas, que analizan precipitaciones y temperaturas medias a lo largo del año. Aquí tienes un ejemplo:
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